"Un profesor
trabaja para la eternidad: nadie puede
predecir donde acabara su influencia".
H.B. Adams.
Recuerdo a todos los maestros que transcurrieron a lo largo
de mi trayecto escolar, todos enfocados a lograr propósitos educativos por un
aprendizaje continuo en mi persona.
Era gratificante la manera en cómo me demostraban con su actitud
positiva y entusiasmo en seguir adelante y cumplir las metas de mi vida.
Aun me queda grabado el momento en que egrese del
bachillerato, estaba confundido por las ideas
que vagaban en mi mente, no definía lo que quería ser en la vida.
Un día inesperado fui invitado a la conferencia magistral de
un sociólogo quien había expuesto que el desarrollo de una sociedad, solo se
puede alcanzar, cuando sus habitantes estén preparados para afrontar con
responsabilidad y pleno ejercicio del conocimiento, las problemáticas de la sociedad a la que
pertenecen y así de favorecer con ello, mejores oportunidades de desarrollo,
hacia sus semejantes y hacia sí mismos.
Esto me permitió reflexionar las palabras del sociólogo y que
tiempo después comprobé, cuando me percate del siguiente hecho; una mujer de
cierta etnia del estado, fue marginada y discriminada por las demás personas
asistentes al evento, cuando pedía una dádiva e información hacia donde
dirigirse para regresar a su lugar de origen.
Ese suceso género en mí, la razón principal, por la que el
destino me abrió un nuevo camino en mi formación profesional, dando origen así
a una nueva historia “ser maestro”, con
el fin de servir y defender los derechos e ideales de las personas por medio de
la educación.
En agosto de 2006 tuve mi primer acercamiento docente, tenía
18 años y sin más en que pensar, un día, repentinamente la Profra. Celestina
Aguas Torres, quien me había dado clases en cuarto grado de primaria, me visito
en casa y me explico su situación
personal, para lo cual solicito mi apoyo para atender al grupo de tercer grado,
el cual estaba a su cargo, ya que ella había observado en mi, algunas características
de mi personalidad que le parecían interesantes y que el contacto con los niños
haría que ellos se sintieran más comprometidos y entusiasmados con su trabajo.
Sin conocer nada de esas características de mi persona, opte
por tomar esa oportunidad de descubrir si en verdad era lo que quería o no.
Afortunadamente el trabajo con los alumnos por el poco tiempo
que estuve me agrado, lo que origino que ingresara a la Escuela Normal Part.
Inc. Lic. Adolfo López Mateos del municipio de Huejotzingo, Pue.
Al principio todo parecía ser un misterio al inicio del ciclo
escolar, pero con el paso del tiempo fui encontrando cosas interesantes en la
educación y esclareciendo mis dudas sobre diversas situaciones, lo que hizo que
profundizara más mi atención sobre esta profesión.
Sin embargo observaba la actitud y el comportamiento de algunos
compañeros que por imposición de sus padres o por un legado familiar de trascendencia,
seguían la misma profesión, iban a la
escuela no convencidos de formarse como maestros, lo cual me hizo consciente de
que era un reto que quería en mi vida y que debía cumplir cabalmente mis
expectativas.
Durante mi trayecto formativo en la escuela normal fui formándome
una identidad profesional, la cual fue caracterizada por ser un joven inquieto,
dispuesto a cambiar y generar nuevas ideas de cómo concebir a la educación.
La teoría y la práctica poco a poco me instruyeron a orientar
el proceso formativo que estaba construyendo en base al análisis y la reflexión
de los problemas educativos en México.
El ejercer la profesión, significa para mí, algo simbólico e
importante en mi vida, ya que desde el aula transformo, el pensamiento crítico
y científico de los alumnos para mejorar sus vidas y su entorno, haciéndolos
conscientes de que la educación es la clave de acceso a un futuro próspero mejor.
Ser maestros nos permite mejorar en todos los aspectos, ya
que somos modelos a seguir por la sociedad, símbolos de progreso y crecimiento
personal, pero muy pocas personas piensan así, muchos recriminan nuestra
profesión por la situación actual del país, pero nadie toma la iniciativa de
hacer algo para cambiar las cosas.
Sin embargo a pesar de todo lo negativo estoy convencido de
que cada día nuestra profesión docente adjudica mayor relevancia en la
formación de seres humanos con capacidades intelectuales diversas pero con
objetivos compartidos para aspirar a la sociedad que tanto queremos.
Por mi parte estoy satisfecho por cumplir los proyectos de mi
vida, siendo uno de ellos, la profesión docente, así como del agradecimiento y
reconocimiento de los alumnos al crecer colaborativa y formativamente dentro del aula.
Son ellos el motivo por el que seguimos luchando cada día,
son ellos la generación del futuro que puede evolucionar y erradicar con
unidad, las irregularidades sociales.
En la actualidad el mundo globalizado presenta retos
desafiantes que han hecho que los maestros vivan en la incertidumbre, por lo
que ha provocado insatisfactoriamente que como maestro me sienta oprimido y
limitado a desarrollar con libertad el trabajo que desempeño.
Lo externo por las diferentes cuestiones administrativas que
difuminan los alcances del mismo Sistema Educativo Mexicano, por lo que dista
de lo deseado en los planes y programas de estudio de la RIEB.
Desgraciadamente el modelo de vida en el que vivimos nos ha
estancado en seguir un sistema que nos ha llevado siempre a lo mismo(rutina), haciendo de manifiesto, las condiciones difíciles a las que nos enfrentamos cuando los padres
y los demás actores inmersos dentro del proceso educativo, no asumen el rol que les
corresponde, debido a que ven en la escuela, la alternativa de solución a
demandas y necesidades sociales, económicas y personales.
Me acuerdo de las palabras de un pensador que decía: “Las
cosas con amor, salen mejor”, por eso entreguémonos con pasión a la docencia y
hagamos lo que nos corresponda únicamente en beneficio de todos.
Profesor Miguel, es interesante su confrontación docente en la cual plasma el momento clave de su profesión, la que inició mediante una invitación y la que fue despertando en usted esa inquietud por la docencia. Yo creo que hay algo profundo de su labor y considero que es el objetivo que se propuso: “ser maestro, con el fin de servir y defender los derechos e ideales de las personas por medio de la educación", objetivo que todos los maestro deberíamos de hacernos, porque el estar frente a un grupo es estar frente a personas que orientamos y que esperan mucho de nosotros, esta es la forma en la que debemos servir, aquellos quienes son el presente y futuro de nuestra nación.
ResponderEliminarHola maestro Miguel
ResponderEliminarMe da gusto que gente joven como tu tenga esa responsabilidad de seguir preparándose para desempeñar con eficiencia tu labor educativa y ver el entusiasmo que tienes, para realizar tus actividades, es importante que como maestro te fijes metas y propósitos que iras logrando una a una para que tengas una satisfacción personal y profesional que busques las herramientas necesarias e innovadoras que te ayuden a enriquecer tu quehacer educativo y que tus conocimientos los vayas aplicando a tu practica, que día a día te darán la experiencia que te llevara a identificar tu verdadera identidad profesional, como dice la lectura de stves no es lo mismo ser profesional que ser profesionista, tienes que tener vocación para que las actividades que realices sean emotivas y satisfactorias en tu trayecto como docente, como mencionas en tu escrito que el maestro es el modelo a seguir, tienes razón el maestro como guía, como conductor como asesor de los alumnos, por eso el ser maestro no tan fácil, debemos actuar con responsabilidad y estar preparados para las reformas que se dan en el ámbito educativo, y preparar a nuestros niños para que se enfrenten a la sociedad.
ATENTAMENTE
GABY
Miguel Angel.
ResponderEliminarEl escrito que presenta en el blog contiene comentarios interesantes que nos da a conocer su responsabilidad y actitud propositiva para llevar a cabo su labor docente.